No es ningún secreto que la época dorada de los blogs ha terminado hace tiempo. Esa época en la que la gente se tomaba la molestia de pasar media hora de su tiempo leyendo, comentando, en resumen, retroalimentando esos sitios que tienen detrás el esfuerzo y la ilusión de una persona.
Ahora todo es más inmediato, Instagram, Twitter, redes que me encantan para algunas cosas, pero no para cuando quiero buscar información más en profundidad sobre algo. Es cierto que YouTube también ofrece eso y también me encanta, sin embargo, me sigue gustando más el contenido silencioso de los blogs y se están muriendo.
Lo sé, me he puesto muy melodramática, no se acaba el mundo, pero dejadme tener mi momento drama queen.
